En el piso siempre cocinamos con los Beatles de fondo, y ahora siempre que suena por ahí alguna canción de ellos me entra hambre; es como si mi cerebro relacionara a los Beatles con la hora de la comida y automáticamente me abriera el apetito. Me encanta cuando cocinamos, hace que me sienta como en casa, y hacía mucho tiempo que no sentía eso.
Y esque estos cuatro chicos tenían algo especial, que los hace jodidamente familiares y cercanos.
Amortiguando la pasada resaca con mil noches de tralla, y no, no funciona. Necesito descansar de verdad, cogería un avión a Hawai o a Jamaica y no volvería hasta dentro de 2 meses. Quiero playa, quiero calor húmedo y no seco, quiero jugar con mi perro, quiero mi cuarto, quiero, quiero, quiero, quiero, dame, dame , dame, dame.. soy una caprichosa malcriada.
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