Chico espera a chica en casa.

   Entró por la puerta. Antes de llegar al salón ya se había quitado gran parte de la ropa. La calefacción estaba estropeada desde hacía semanas, pero a ella pareció no importarle. No sabía si su bello erizado era producto del frío o de que estaba puesto su disco preferido. Recuerdo verla escucharlo una y otra vez durante horas, y de que al mero roce de la aguja con el surco de aquel viejo vinilo, sus pelos se ponían de punta. Parecía su conexión total con algo parecido a la libertad. La miré a los ojos; siempre se me revelaron como los de una persona desorientada, como si hubiera nacido en la época equivocada. A menudo me decía que no entendía los (para ella) excéntricos hábitos de las "nuevas generaciones". Nunca sintió que encajara. Quizá tampoco lo pretendía. Empezó a caminar de un lado a otro sin parar, contándome lo mucho que le molestaba tener que llevar aquel estúpido uniforme. Yo solo podía pensar en lo bien que le sentaba el pelo todo echado hacia detrás.

Todos somos Jack.

 Me flipan las pelis de época. Es todo tan casto, emocionante y sutil que me resulta  fascinante (me encanta la gente que utiliza esta palabra; junto con el término "apasionante" me parece uno de los vocablos más atractivos aunque me lo digan para tirarse el rollo, pero lo digo yo y suena pedante, vaya puta mierda). El caso es que hoy he visto Titanic y he llorao como una perra. Señores de la Sexta, dejen  de influenciar mi concepto del amor.Ya está suficientemente distorsionado y exaltado.

     1. Foto con Altru y  Cris (pensareis: ¿no había una que saliéramos más borrachos? Lo se, pero es que esta me hace mucha risa)  porque los quiero llamar a los dos y nunca saco tiempo. Así me acuerdo seguro. Lily no os olvida pimpollos.

    2. Foto de un caballito que encontramos en Murcia de camino al  B-Side Festival  el finde pasado.

 
        Como joven que lleva abusando del  Bisolvón  desde su más tierna infancia, me despido sin más dilación.

Un Día Cualquiera En Texas.

En el parque han encontrado
cinco niños degollados.
Falta en la carnicería
un cuchillo de cocina.